Francisco García Pimentel
Para Emprendedor.com
15 de agosto 2022
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Hace poco, durante una clase de comunicación en la universidad, pregunté a los asistentes: “¿Cuáles son las características personales de un buen líder?” – Muchas manos se levantaron para contestar, y me ayudaron a hacer un recuento de los sospechosos habituales: humildad, visión, disciplina, audacia, etc. Todas estas son características reales y necesarias en un buen líder; pero a pesar de la sobresaliente cantidad de información científica disponible al respecto, hay una característica que no suele aparecer en esta lista: el buen humor.
Muchos son los CEOs que hacen del buen humor un acento clave de su personalidad, y lo utilizan para conectar, inspirar y relacionarse con las personas dentro de su empresa y sus clientes. Uno de ellos es el fundador del grupo Virgin, Richard Branson.
LLAMADA SORPRESA.
Cuando estaban diseñando los nuevos menús telefónicos de su empresa, Richard decidió ver cómo funcionaba el sistema automático y cómo los empleados se adaptaban a los protocolos. Así que tomó el teléfono y llamó… a su propia oficina. Tratando de cambiar su voz y acento, preguntó a su asistente si el Señor Richard Branson se encontraba en su oficina, y pidió hablar con él para un tema urgente. Su asistente recibió la llamada con amabilidad y le informó que no, que el Sr. Branson no se encontraba en ese momento. Richard insistió: “esto es muy muy urgente”. La asistente dejó lo dejó en espera uno o dos minutos y regresó de nuevo: “Lo siento, Richard, en este momento pareces estar muy ocupado y no puedes responder”.
Este tipo de eventos están lejos de ser ocurrencias infrecuentes. Al contrario: no es extraño que clientes reciban llamadas de Richard al llegar a su hotel o tomar su limusina. “Es una manera de reír y divertirse, de crear en ellos una experiencia inolvidable y de conectar a un nivel mucho más profundo”, dice Richard en su libro “El Estilo Virgin”.
NO ES CHISTE: CINCO RAZONES PARA FOMENTAR LA RISA EN TU NEGOCIO.
Tú mismo lo has notado en tus entornos de trabajo. Los jefes y líderes que ríen con sus empleados crean un ecosistema totalmente distinto más humano y, además, mucho más efectivo.
Naomi Bagdonas, profesora en Stanford y TED Speaker, explica que “la risa acelera los sentimientos de confianza, cercanía y confort. Cuando las personas ríen juntas, sus cerebros liberan ciertas hormonas – endorfinas y domapina- que emulan el emociones de gozo, disfrute y recompensa. Esta reacción química en el cerebro nos conecta con otros”.
Aquí hay cinco razones por las que quieres aprender a reír y hacer reír.
El humor transmite confianza e inteligencia emocional.
Son las personas inseguras quienes se toman a sí mismas demasiado en serio. Casi todos los sucesos de nuestra vida diaria pueden tener una perspectiva amable, y podemos ayudar a reducir la tensión en nuestro equipo al permitirles, inconscientemente, bajar las defensas y sentirse más cómodos durante el día laboral.
El humor es igual de importante en actividades formales e informales: lo mismo en un pastel de cumpleaños que en una reunión de consejo. Es decir: el buen humor es un hábito, no un sombrero que se quita y se pone. Sobre todo, no es una máscara.
El humor conecta y humaniza. Nos aleja de lo “perfecto” y nos hace más reales.
En términos de imagen y marca personal, mucho se ha dicho sobre la importancia de transmitir autoridad; pero nos olvidamos de que la mayor autoridad posible es la conexión humana, la autoridad moral. Los jefes que nunca se equivocan (o, mejor dicho, nunca admiten un error) y que cuidan demasiado su voz, su apariencia y su postura, terminan por parecer antinaturales, controladores y manipuladores, como si tuvieran algo que esconder.
La capacidad de reírnos de las situaciones y, sobre todo, de nosotros mismos, no reduce nuestra autoridad, sino que, por el contrario, la potencia y la conecta con nuestro centro humano, lo que nos hace más disponibles y alcanzables, facilitando rutas de comunicación que nos sacan de nuestra “esfera de jefe” y nos devuelven un lugar en la tribu.
El humor eleva nuestro impacto: nos hace memorables.
Cito a Maya Angelou: “Las personas olvidarán lo que dijiste, olvidarán lo que hiciste, pero nunca olvidarán cómo las hiciste sentir”. El humor es un catalizador potente de la comunicación y la conexión. Las personas recuerdan y regresan a los lugares y las personas que les hacen sentirse bien. Un líder con buen humor; que sabe contar historias; sonríe y hace sonreír a otros, se convierte en un imán organizacional, creando redes invaluables dentro de la empresa.
El humor es una ventana a la cultura y sentimientos de un equipo.
El cerebro de los seres humanos está diseñado para comunicarse y conectarse dentro de tribus: comunidades de confianza. Dentro de las empresas y organizaciones, de forma consciente o inconsciente, se forman tribus, amistades y círculos de confianza en donde la información fluye de forma natural y orgánica. Cuando los jefes se aíslan de estos grupos y se instalan en su torre de marfil, entonces tienen un problema importante: nunca tienen la información correcta, o completa, o pertinente. Las personas los saludan con deferencia -es decir, con distancia-, sonríen forzadamente y afirman que “todo va bien”.
El humor es difícil de falsificar; y las falsas sonrisas son, en general, fáciles de distinguir de las reales. La presencia de buen humor en el líder crea atajos de confianza que permiten a las personas abrir su corazón, hablar con franqueza y producir ideas creativas. El humor es la llave de un tesoro que bien vale la pena explorar.
El humor nos hace disfrutar nuestro trabajo, pensar mejor, reducir estrés y encontrar mejores soluciones.
Spoiler alert: Salvo en breves aplicaciones, el estrés es malo. El estrés bloquea nuestros neurotransmisores de la memoria, la creatividad, la lógica y la percepción objetiva del mundo que nos rodea. Por otra parte, el humor libera endorfinas positivas que activan los centros cerebrales del placer, la conexión y la imaginación.
Cuando estamos de buen humor trabajamos mejor, nos sentimos mejor, somos más éticos y estamos más satisfechos. Si tomas café todos los días… ¿has intentado reír todos los días? Mantén el buen humor tomando descansos breves, espacios verdes y, eventualmente, busca un video que saque una gran carcajada.
ALERTA: UNA NOTA FINAL.
Incluso los mejores hábitos como el orden, la disciplina o el ejercicio pueden convertirse en problemas si se practican de forma excesiva, inapropiada; fuera de lugar o momento, o con las personas equivocadas. Nadie dice que sea malo hacer ejercicio, pero raro sería comenzar a hacer sentadillas a mitad de una ceremonia solemne.
El humor es una gran herramienta para conectar y obtener buenos resultados. Aprende a contar historias, desactivar momentos tensos, repetir alguna broma y sonreír de oreja a oreja. Evita, en cambio, bromear sobre personas presentes que no están riendo (eso se llama bullying) o que no están en la habitación (eso se llama deslealtad). ¿Las bromas de mal gusto, groserías y dobles sentidos? Déjalas fuera de la puerta.
¿Quieres ser un gran líder? Busca humor que conecte, relaje e inspire a tu equipo. Será gasolina para el largo, largo y divertido viaje que es emprender.
(Este artículo fue publicado originalmente en https://emprendedor.com/que-leer-como-elegir-libro-negocios-placer-4-cuadrantes/)