La búsqueda de clics y la pérdida de identidad
Francisco García Pimentel
@franciscogpr
Mira, lo entiendo, no tienes que convencerme. Vivimos en el siglo XXI y es inevitable (algunos dirían, necesario) que tu empresa o negocio tenga presencia en redes sociales. Estadísticamente, lo más probable es que tengas varias cuentas en varias plataformas… y yo soy la última persona que te va a decir que las borres.
Pero también he tenido el gusto de trabajar con distintas organizaciones y te puedo decir que hay dos errores que todo el mundo comete (yo también lo he cometido), y que se encuentran en extremos opuestos del mismo espectro.
Un error es abandonar o subutilizar tus redes. Dejarlas olvidadas, llenas de polvo y con poco profesionalismo. El otro error, tan común como el primero -pero más grave- es éste: priorizar los “likes” sobre la identidad.
Se entiende; a todos nos puede pasar.
Se entiende, sin duda, porque las redes están diseñadas para ser adictivas, emocionantes y viralizantes. Ese es SU negocio.
Pero ese no es TU negocio. Tu negocio, el que tienes declarado en tu misión y tu visión, es otro. Tu negocio tiene una historia y una razón de ser; y las redes que construyes deben transmitir la esencia de lo que eres, lo que haces y por qué lo haces.
Si a través de eso (y con una buena estrategia) creas mucho engagement y ganas millones de “likes”, entonces ¡felicidades!, pero cuando empiezas a buscar “likes” por el puro placer de ganarlos; por ese shot de dopamina social y por subirte al último tik-tok-trend… entonces te aseguro: vas por mal camino.
La autenticidad construye relaciones duraderas.
Lo notas con facilidad cuando empresas serias y con reputación establecida quieren ganar “likes” sencillos sumándose al último trend, meme o moda. El “Baila como Pato Challenge” o “Los Óscares” o lo que sea.
La razón material suele ser que el equipo de comunicación o la agencia externa operan con métricas totalmente distintas a las métricas de la empresa, y alejados de los protectores de la reputación institucional. Son un equipo de “creativos” jugando a buscar likes, y no voceros conscientes de su papel.
Cuando compartimos contenido genuino y honesto en las redes sociales, estamos estableciendo conexiones significativas con nuestra audiencia. La autenticidad resuena con la gente; les permite conocernos realmente. Estas conexiones auténticas son la base de relaciones sólidas y duraderas, tanto en lo personal como en lo profesional.
La identidad como diferenciador.
Las empresas sufren y hacen el ridículo cuando priorizan las interacciones sobre el mensaje. No: no tienes que estar en todas las redes y no tienes que subirte a todas las modas. No, no cada post que realices debe tener mil corazones y ojo: tener más followers por sí mismo no te traerá más ventas.
En un mar de perfiles y contenido homogéneo, la autenticidad se convierte en nuestro diferenciador clave. Mantenernos fieles a nosotros mismos nos permite destacar entre la multitud. La gente busca autenticidad; quieren seguir a personas y marcas que sean genuinas y transparentes en su comunicación, y con las que puedan identificarse.
Una distracción costosa.
La búsqueda obsesiva de seguidores y likes puede tener consecuencias negativas para nuestra salud mental y robarnos miles de horas de tiempo valioso, persiguiendo la inmediatez del like en vez de la construcción de una tribu o comunidad que se identifique plenamente con nuestros valores. La comparación constante con otras cuentas más exitosas puede acercarnos a un principio de esquizofrenia social y hacernos gastar dinero en contenido que no construye: sólo distrae.
Al mantenernos fieles a nuestra identidad, podemos evitar caer en la trampa de la validación externa y encontrar la paz interior.
Impacto positivo en la marca personal o comercial
En el ámbito profesional, la autenticidad es un activo invaluable para construir una marca personal o comercial sólida. Las personas quieren conectarse con individuos y empresas que sean auténticos y transparentes en sus valores y acciones. La autenticidad construye confianza y lealtad, dos pilares fundamentales para el éxito a largo plazo.
Redes sociales infladas pueden causar estragos en la estrategia de tu empresa, negocio o, incluso, en tu proyecto personal, pues arrojan “resultados aparentes” que desvían la conversación de las cosas importantes.
Las redes son un increíble vehículo de crecimiento. Pero son eso: un vehículo. Está bien que tu vehículo tenga la gasolina que tu negocio necesita para caminar; pero no que dediques el tiempo y dinero de tu negocio a jugar (¡y además, perder!) en los arrancones.
Mantén siempre la comunicación cerca del corazón de la empresa… y aprovecha al máximo todas sus herramientas.